En nuestras clases, organizamos una búsqueda del tesoro donde los niños deben encontrar tarjetas con diferentes posturas de yoga escondidas por la sala. Cada vez que encuentran una tarjeta, realizan la postura indicada, lo que les ayuda a aprender de manera lúdica.

Otra actividad que hacemos es el juego del espejo. Los niños se ponen en parejas y uno realiza una postura de yoga mientras el otro intenta imitarlo como si fuera su reflejo. Luego cambian de roles. Este juego fomenta la concentración y la coordinación.

Pedimos a los niños que piensen en su animal favorito y creen una postura de yoga inspirada en él. Luego, cada uno comparte su postura con el grupo. Esta actividad estimula la creatividad y la imaginación.

Para los adolescentes, organizamos sesiones de yoga con temas específicos, como yoga de relajación antes de los exámenes, yoga al aire libre o yoga con música. Cada sesión es única y emocionante, manteniendo su interés y motivación.

Animamos a los adolescentes a llevar un diario de yoga donde pueden anotar sus posturas favoritas, reflexiones sobre cómo se sienten después de cada sesión y metas personales relacionadas con el yoga. Esto promueve la autorreflexión y el crecimiento personal.

Fomentamos la práctica de yoga en grupo para crear un sentido de comunidad y apoyo mutuo. Organizamos retos grupales o sesiones donde cada miembro del grupo elige una postura para compartir con los demás, fortaleciendo los vínculos sociales.