El yoga para niños es una práctica que combina posturas físicas, técnicas de respiración y relajación, adaptadas específicamente para los niños, con el objetivo de promover el bienestar físico, mental y emocional.
El yoga para niños puede ayudar a mejorar la flexibilidad, la fuerza muscular, la concentración, la coordinación y el equilibrio. También puede ayudar a reducir el estrés, mejorar la calidad del sueño y promover una actitud positiva hacia uno mismo y hacia los demás.
Los niños pueden empezar a practicar yoga a partir de los 3 o 4 años de edad. Sin embargo, las clases de yoga para niños suelen estar diseñadas para diferentes grupos de edad, desde preescolar hasta la adolescencia.
La ropa cómoda y elástica es la más adecuada para practicar yoga. Los niños pueden usar pantalones cortos, mallas, camisetas holgadas o tops deportivos. Es importante que la ropa les permita moverse con libertad y comodidad.
Algunas posturas de yoga divertidas para niños incluyen el perro boca abajo (Downward Dog), el gato-vaca (Cat-Cow), la postura del árbol (Tree Pose), la postura del guerrero (Warrior Pose) y la postura del león (Lion Pose).
Para practicar yoga en casa con tu hijo, no necesitas mucho equipo. Puedes usar una esterilla de yoga o simplemente una superficie limpia y cómoda. También puedes utilizar recursos como libros de yoga para niños, vídeos en línea o aplicaciones móviles que ofrecen sesiones guiadas.
Puedes ayudar a tu hijo a relajarse durante la práctica de yoga animándolo a respirar profundamente, a enfocar su atención en su respiración y a relajar los músculos del cuerpo. También puedes usar técnicas de visualización o contarles historias relajantes mientras hacen las posturas.
Si tu hijo se frustra durante la práctica de yoga, es importante ser comprensivo y alentador. Puedes animarlo a tomarse un descanso, a intentar una postura más fácil o a modificar la postura para que se adapte mejor a sus necesidades. Lo más importante es que el yoga sea divertido y que tu hijo se sienta seguro y cómodo.